Ten cuidado dónde sobreedificas

Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo

(1 Corintios 3:10-11).

Reflexión: El Apóstol Pablo en 1 Corintios 3:10-15 compara la vida cristiana con un edificio, donde el fundamento o el cimiento es Cristo, y nos advierte con qué material se sobreedifica encima del fundamento. Cada uno debe hacerse responsable del material que utiliza para su sobreedificación ya que si no son buenos la construcción no superará las pruebas de calidad. Un edificio será solido en la medida de cuál sea su fundamento, el nuestro debe ser Jesucristo, como se lee en 1 Corintios 3:11 “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” Él es nuestra base y razón de ser, cada cosa que hacemos debe encajar en el molde establecido por Cristo. Ahora bien, una vez establecido un buen fundamento, es necesario preocuparse por el material a utilizar para la construcción que se desea, y es que si queremos que nuestro edificio perdure, entonces debemos procurar utilizar materiales de calidad que garanticen su permanencia en cualquier circunstancia, como sigue la lectura en 1 Corintios 3:12-13 “Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.” Hoy día un gran número de creyentes que dicen estar trabajando para Dios edifican espiritualmente sin hacer caso a la advertencia “…cada uno mire cómo sobreedifica”, sino que siguen su propio diseño. A partir de ahora esfuérzate por sobreedificar encima del fundamento verdadero conforme a las medidas reflejadas en este pasaje bíblico en Corintios 3:10-15.

Paz y Gracia 

VISION DEL AMOR DE DIOS

VISION DEL AMOR DE DIOS

   Isaías 55:7

Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Isaías 55:7 RVR95

https://bible.com/bible/150/isa.55.7.RVR95

 Christmas Evans nos dice en su diario que un domingo por la tarde mientras iba viajando por un camino muy solitario para asistir a una cita se convenció de que su corazón era muy indiferente. Dice: “Amarré mi caballo y me fui a un lugar muy apartado en donde anduve sin rumbo fijo, en agonía, repasando mi vida.

Esperé tres horas ante Dios, quebrantado por la tristeza, hasta que percibí la magnanimidad de su amor para perdonar, y recibí de Dios un nuevo bautismo del Espíritu Santo. Cuando el sol se estaba ocultando, volví al camino, encontré mi caballo, monté en él y me fui a la cita. Al siguiente día predique con un poder tan nuevo a un vasto concurso de personas reunidas a un lado de una colina, que se inició un avivamiento que se extendió por todo Gales.”